31 de agosto - Día mundial de la malaria
La malaria, también llamada paludismo, es una de las enfermedades que más preocupa a los viajeros.
Existen 96 países en todo el mundo donde los viajeros podrían verse expuestos a contraer esta enfermedad parasitaria transmitida por la picadura de mosquitos.
Dada su forma de transmisión y la ausencia de vacunas o tratamientos 100% eficaces para evitar el contagio, las medidas prevención son fundamentales si viajamos a países en los que existe esta enfermedad.
Por ello, es de gran importancia informarnos adecuadamente antes de comenzar nuestra aventura. No te dejes vencer por el miedo. No dejes de viajar a lugares que te fascinan por la posibilidad de contraer malaria, simplemente infórmate y prepárate adecuadamente.
Yo he estado en varios países en los que existe malaria y he vuelto siempre sana y salva. Eso sí, he intentado poner siempre en práctica todas las medidas de prevención que estaban a mi alcance.
Como estar bien informado será determinante en tu viaje para prevenir esta enfermedad, a continuación te dejo algunas nociones básicas y recursos que creo te serán de utilidad.
La malaria es una enfermedad, potencialmente mortal, presente en numerosos países de África, Asia, Latinoamérica y Oriente Medio.
En el año 2015 la OMS (Organización Mundial de la Salud) estimó la ocurrencia de 214 millones de casos de malaria en todo el mundo. De todos esos casos de contagio, se produjeron aproximadamente unas 438 000 muertes, siendo en su mayoría niños de edad inferior a los 5 años de regiones del África subsahariana.
Estas cifras dejan claro que el paludismo causa grandes estragos en los países azotados por la enfermedad. Sin embargo, en las zonas donde la malaria es endémica las poblaciones locales frecuentemente presentan cierta inmunidad a la enfermedad. Así, las personas inmunes, en caso de contagio, tan solo sufren una infección asintomática o, al menos, la enfermedad no alcanza su máxima gravedad, por lo que no compromete su vida.
Esto no asegura una protección completa, por lo que pueden infectarse en repetidas ocasiones a lo largo de su vida.
Esa inmunidad en las personas que residen en zonas endémicas para la malaria es precisamente adquirida tras estar expuestos a la enfermedad durante muchos años. Por ello, tal y como reflejan las cifras de muertes, los niños pequeños son especialmente vulnerables. Del mismo modo, nosotros, los viajeros procedentes de países sin malaria que nunca hemos estado expuestos a la enfermedad, no tendremos un sistema inmunitario preparado para afrontar el paludismo de la misma forma. De ahí que debamos protegernos cuanto podamos poniendo en práctica las medidas de prevención recomendadas por los especialistas.
¿Qué causa el paludismo?
Esta enfermedad es de origen parasitario. Concretamente está causada por parásitos del género Plasmodium.
Existen cinco especies diferentes de estos parásitos, aunque destacan, por su mayor peligro y frecuencia dos, de ellas: Plasmodium falciparum y Plasmodium vivax.
Plasmodium falciparum es la mayor causante de muertes por malaria en todo el mundo, siendo la especie predominante en África. Por su parte, la especie Plasmodium vivax se posiciona como el causante más común de paludismo fuera del continente africano.
Pero, ¿cómo se transmite esta enfermedad? ¿qué podemos hacer para evitar contraerla? Vamos a verlo.